viernes, 20 de abril de 2007

Renegada

No deseo que me invadan, no deseo que mi espacio interno y externo sea violado por ninguna persona según su voluntad. Esto no es lo que yo quiero, por tanto, es lo que trato de evitar por todos los medios. Invierto todos mis esfuerzos posibles en mantenerme al margen-entera, rígida, impasible, impenetrable, sólida. Constante.

¿Acaso no lo ves en mis ojos, acaso no te lo grita a voces mi miraa? ¿Es que estás sordo, o sólo quieres estarlo? ¿Es que no hay nada en el mundo por lo que tengas respeto ya? ¿Es que todo, absolutamente todo está ya lleno de vulgaridad?

En estos tiempos, el "no" rotundo ha sido borrado del mapa de las posibles respuestas de la comunicación. He nacido con el "no" en la boca, detrás de los dientes (apretados casi siempre por la rabia más insonora), casi en el paladar, en la garganta. Ten bien claro que no vas a llegar tú y hacer que todo valga ahora.