jueves, 13 de junio de 2013

Muere, cabron

Créeme, esto te va a doler más a mí que a ti. Después de todo, aparte de ser tu creadora, te diseñé a mi imagen y semejanza. Porque el que crea no hace que darse vida a sí mismo, duplicarse una y otra vez en un vano intento de dejar constancia de su existencia.

Aunque eso sea cierto para todos vosotros, incluso tus ellas que se reflejan en las mías tienen gran parte de mí. Imposible crear o incluso describir lo que no se conoce. Y es que, ¿acaso se puede realmente afirmar conocer algo fuera de uno mismo?


En cualquier caso, matar en la ficción te exorciza de violentarte en la realidad. Así que debo admitir que no, no me apena matarme cien y mil veces provocando el fin de uno o todos mis personajes principales.