Créeme, esto te
va a doler más a mí que a ti. Después de todo, aparte de ser tu creadora, te diseñé
a mi imagen y semejanza. Porque el que crea no hace que darse vida a sí mismo,
duplicarse una y otra vez en un vano intento de dejar constancia de su
existencia.
Aunque eso sea
cierto para todos vosotros, incluso tus ellas que se reflejan en las mías
tienen gran parte de mí. Imposible crear o incluso describir lo que no se conoce.
Y es que, ¿acaso se puede realmente afirmar conocer algo fuera de uno mismo?
En cualquier
caso, matar en la ficción te exorciza de violentarte en la realidad. Así que
debo admitir que no, no me apena matarme cien y mil veces provocando el fin de
uno o todos mis personajes principales.