Estira los filamentos de tu cerebro... que sí, hombre, sí, hazme caso, tú estíralos. No duele, ya lo verás. Y si duele, pues te aguantas. La humanidad no ha llegado hasta aquí gracias a personas enclenques que una vez no quisieron estirarse los filamentos del cerebro. Ya te vale, a ti también, quejarte por estas cosas que te pido.
Nunca te pido nada, así que hazme el favor y estíratelos ahora mismo.
O atente a las consecuencias.