¿Naciste con música en lugar de venas? ¿Te bastó el primer vistazo accidental y prematuro para saber que tu lugar en este mundo serían los acordes, los silencios, los insomnes pesares en forma de estrofas? ¿Tatuaste ese camino en tu rostro tan pronto como tuviste capacidad de elección? Deseo profundamente conocerte, cowboy, recorrerte y aprenderte de memoria como una imprescindible partitura.
Al adelantar un paso tu pie derecho, enfundado en una atemporal bota de cuero envejecido, chupas el cigarrillo que sujetan tus dedos e imaginas tu guarida-después de todo, sé muy bien que has venido a este bosque para diferenciarte del resto.
Realmente no puedo expresar todo lo que esto significa para mí, cowboy.